domingo, 21 de mayo de 2017

EL AGUA ESTÁ "VIVA"

Para seguir comprendiendo cosas sobre el agua como un elemento presente en nuestra vida, seguimos hablando y refiriéndonos a ella en los diferentes momentos en los que nos ha interesado; vemos que el agua está presente en muchos lugares y llegamos a la conclusión de que "el agua hace un camino, se mueve, no está quieta". A veces, está en la lluvia, otras en los grifos y otra en los ríos; nos interesa organizar esto y darle coherencia, algo que no es fácil cuando todos nos tenemos que poner de acuerdo. Como hablamos del camino del agua, salimos al patio a hacer "caminos de agua". Vemos cómo se mueve cuando la echamos en diferentes superficies, experimentamos con ella.




 Vamos recogiendo por escrito lo que vemos y observamos, para que no se nos olvide y podamos recordarlo cuando lo necesitemos. Al plasmarlo, establecemos un cierto orden, nos surgen nuevas dudas y hablamos de tuberías que conducen el agua. Esto nos lleva a comprender lo que es un tubo y para qué sirve; vamos al patio y volvemos a experimentar, esta vez con tubos. Diferentes longitudes y diámetros nos permiten obtener resultados muy diferentes. Y volvemos a nuestro mural sobre el agua para recoger lo descubierto.





Siempre que hablamos de algo y tenemos la posibilidad de tenerlo presente, nos es más fácil; por eso, jugamos con el agua. La tocamos, la pasamos de un recipiente a otro, la tiramos, la bebemos, se nos cae; hasta que terminamos derramándola por el suelo. ¿Y ahora? Es difícil recogerla; el agua moja, pero usamos nuestras experiencias y conocimientos y sabemos que esa agua que ha pasado de los recipientes al suelo, desaparecerá cuando el Sol “la seque”. A nuestro mural sobre el agua, añadimos nuevos elementos, como el Sol; y surgen nuevas preguntas, como qué pasaría si se secase todo el agua, si es más “fuerte” el Sol o las nubes. Preguntas que dan pie a otras preguntas.





Y cuando ya hemos hablado de arena y de agua, por fin, llega el día de nuestra Fiesta del barro; queremos jugar, tocar, mojarnos, mancharnos, probar, y cuando llega el día, comenzamos preocupados por las posibles manchas, así que hablamos de manchas, hacemos manchas y tratamos de eliminarlas a nuestra manera. Comprobamos si funciona o no, ya que es importante hacer hipótesis antes de experimentar y ver los resultados para ver si estamos o no en lo cierto. Después, llega lo que más nos gusta; invitamos a los niños y niñas de la otra clase de 3 años, y juntos, hacemos barro y jugamos con él. No importa si se manchan; lo importante es todo lo que hemos hablado para llegar a este momento y lo que seguiremos hablando a partir de aquí.








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